“Oír hablar de pan de Sagú me ubicaba en los fríos territorios de San Juanito y El Calvario. Por eso cuando Manuel Torres C. me contó su interés por establecer un cultivo de esa planta en Puerto Concordia, de inmediato creí que estaba loco”.
De reciente publicación es la noticia del Periódico del Meta titulada El ocaso de sagú en la montaña que hace alusión al caso presente en el municipio de El Calvario. Contraria situación presenta hoy San Juanito, vecino territorio, en donde esta tradicional agroindustria la mantiene muy activa el colectivo Asoproagrinsa.
El artículo periodístico me hizo recordar cuatro asuntos relacionados con el Sagú, a tres de ellos los consigné en textos publicados hace más de dos décadas. En cuanto primer recuerdo no escrito tiene que ver con una de mis no muchas visitas a la metense municipalidad de El Calvario. Por uno de sus habitantes supe que de la jurisdicción de Quetame estaban importando harina de Sagú.
Ahora me referiré a mis escritos comenzando con el más antiguo.
Cuando investigué sobre la vida del Libertador Simón Bolívar para la crónica Rasgos Humanos de Bolívar, consulté la Gaceta de Colombia editada por el Banco de la República y en el tomo 5 gaceta # 501 del domingo 30 de enero de 1831 encontré los treinta y tres boletines de su histórica clínica.
Los reportes médicos los elaboró el médico francés Alejandro Próspero Révérend quien en la Quinta San Pedro Alejandrino de Santa Marta atendió padecimientos y agonía del Libertador hasta su muerte el 17 de diciembre de 1830.
Mucho llamó mi atención el relato médico sobre la dieta administrada al paciente que consistió en: “sagú, pollo y caldo, y que al final solo comió sagú”.
A continuación comparto mis otros dos escritos de los años finales de la década del año 2010.
“Sagú en Puerto Concordia
Oír hablar de pan de Sagú me ubicaba en los fríos territorios de San Juanito y El Calvario. Por ello, cuando Manuel Torres C. me contó su interés por establecer un cultivo de esa planta en Puerto Concordia, de inmediato creí que estaba loco.
Pero el desinformado era yo pues ese vegetal según Wikipendia “es una especie herbácea perenne originaria de la cuenca del Orinoco, cuyo hábitat son las selvas tropicales. Sus rizomas dan un almidón fácil de digerir”.
La historia se ubica en la vereda El Trincho del municipio de la región del Ariari en donde un grupo de ciudadanos llegó a la finca de Venedo, quien sin mayor cuidado tiene cultivo silvestre matas de Sagú.
Durante tres días de trabajo ellos extrajeron dos toneladas de semillas que compraron al dueño de la propiedad con $ 2 millones de pesos aportados por el municipio.
Las diez y ocho personas participantes dividieron equitativamente los rizomas recogidos y acordaron unirse en grupos para sembrar 5 hectáreas, las únicas en la región. Como el suelo es ácido aplicaron cal dolomita.
Puerto Concordia tiene 35 veredas y en general tanto esa planta como las bondades agroindustriales de su fruto son ignoradas. Impulsor de esta idea también es Manuel Matías.
Hace un mes inició la experiencia con el Sagú especie quizá no pensada en los planes estatales de sustitución de cultivos de uso ilícito, que puede llegar a ser una opción económica para los moradores de esa región. Los costos del cultivo son relativamente bajos y el precio de la fécula es bueno en el mercado nacional.
Ejemplar resulta este proyecto agrícola comunitario, que para su propagación y proceso industrial amerita el apoyo del gobierno y quizá de las ONG internacionales”.
“En zona rural de Restrepo, cerca de La Cosmopolitana, en pequeña finca conocí experiencia agroindustrial a cargo de un hijo del municipio de San Juanito quien hace cuatro años dejó su andina geografía para vivir en dos hectáreas de sabana.
Don Luis Rodríguez G. cambió de región pero no su vocación agrícola. Hoy es un feliz cultivador de Sagú. Para completar el ciclo productivo con la ayuda de su paisano Juan Domingo García armó una máquina multiusos que realiza todo el procesamiento del tubérculo cosechado hasta obtener la masa de la nutritiva fécula que estaba en análisis de los estándares de calidad reglamentarios, con miras a su compra por parte de una firma procesadora de alimentos con sede en Bogotá”.
De los resultados tanto de los municipios de Puerto Concordia como de Cumaral no supe si fueron exitosos.
La más reciente experiencia a partir del Sagú con fines agroindustriales la supe por las redes sociales. Se trata de Agrosagú, emprendimiento que cuenta con apoyo gubernamental. Está localizado en la vereda Caney Medio del municipio de Cumaral.
Los ejemplos narrados demuestran que la bondadosa planta prospera en zonas de alta cordillera, piedemonte y sabana lo que me lleva a culminar este ensayo diciendo que hoy más que antes el Sagú es la principal opción y alternativa para masificar su cultivo en el departamento del Meta, con miras a alcanzar seguridad y soberanía alimentaria objetivos del primer punto del Acuerdo de Paz y del plan de desarrollo del gobierno del presidente Gustavo Petro U.
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Muy interesante crónica. Conocí el pan de sagú siendo un niño, por cuenta de una muy cariñosa joven campesina nacida en Fosca, que ayudó a mi madre en las labores del hogar y nuestra crianza y hasta la fecha, es el amasijo tradicional más delicioso que he comido. Conocí también la importancia de ese producto en la alimentación campesina de zonas de cundinamarca, en dónde es tradicional.Gracias Oscar, por traerlo a nuestra memoria.
A buena hora; ¿no es como un cultivo alternativo para la región estigmatizada por los cultivos ilícitos?
buenas tardes estoy interesado en adquirir semillas de sagu