“Aquí está la llanura. Y en la palma de su mano está la línea de la suerte de mi Patria. Esa línea es azul y se llama río Meta”. Eduardo Carranza F., verso de su poema Llano llanero
Nació el 23 de julio en 1913 en una hacienda de nombre La Esperanza en las villavicenses sabanas de Apiay. A corta edad sus padres lo trasladaron a la región de Cáqueza y con el correr de los años se estableció en Bogotá.
Fue profesor normalista, director de la Biblioteca Nacional, embajador cultural ante Chile y España, y sobre todo: brillante poeta fundador del nacional movimiento Piedra y Cielo que marcó la historia literaria de Colombia.
Estos datos corresponden a Januario Eduardo Carranza Fernández, más recordado en el mundo cultural de Hispanoamérica como Eduardo Carranza Fernández y para lo local como el bardo o poeta de Apiay.
La realidad es que en su tierra natal su obra literaria es desconocida. Por el contrario, su nombre sí está presente en el auditorio de la Unillanos sede Barcelona, en un colegio del barrio Popular y en la biblioteca pública de la Casa de la Cultural Jorge Eliécer Gaitán.
En la última entidad también existe el museo en él que reposan algunos objetos personales junto a condecoraciones, manuscritos, copias de fotos y parte de su biblioteca particular. Del mismo modo un busto donado por el desaparecido espacio periodístico Radio Revista Cultural y el libro Carranza por Carranza, autoría de su hija María Mercedes.
En los inicios de 1996 por idea de Leonel Pérez Bareño, director del Corpes Orinoquia, desde dicha entidad se pensó compilar en una publicación el mayor número de textos sobre el llano de la autoría del Maestro Carranza F. Por tanto a María Mercedes mediante comunicación escrita se le informó y se le solicitó su beneplácito.
Aquel proyecto de antología tuvo como título preliminar El Llano de Eduardo Carranza. Mientras llegó la respuesta me correspondió la tarea de realizar la búsqueda de los escritos en la biblioteca pública de la villavicense Casa de la Cultura.
En dicha pesquisa literaria logré ubicar veinte obras -poemas y prosas- en las cuales hace alusión al llano. Sus títulos son: La historia de Ladislao, El Venado, Piedad Guzmán, Casa de la Cultura, Llano llanero, Se canta a los llanos de la Patria, Tierra-Mujer, Galerón, Golpe súbito, Epístola mortal, Rosita Hoyos, Lección de geografía, Canción para iniciar el libro de Darío Samper, Gloria de la mamona, Los adioses, El paraíso desdeñado árboles del llano, El desafío de los Llanos, De lesa patria, Descubrimiento del llano y Esparta de Bolívar.
Localicé también el discurso que leyó en representación de las municipalidades hispanoamericanas el 18 de junio de 1955, durante la clausura del I Congreso Iberoamericano de municipios cumplido en Madrid, España; en su contenido dos veces evoca a la capital metense. Esas citas son las siguientes:
“O en Villavicencio en medio de la llanura donde el día se alza con cresta de gallo y la luz se pone en pie y canta”.
“Aquí mi bella y amada ciudad de Villavicencio, en la orilla del llano sin fin, a la que a veces siento desde lejos el deseo de besarle los ojos; Villavicencio, en cuya puerta, piafando, me espera un potro”.
Pero a la par encontré comentarios a la obra de Carranza Fernández por parte de algunos críticos. Estos son algunos:
“No en vano el autor se abrió a la vida en la dilatada extensión de los Llanos Orientales.; y por esa misma razón otro elemento que vibra tenazmente en la obra de Carranza es la luz. De agua y sol están punteados sus poemas, cuando es la luz. De agua y sol están punteados sus poemas, cuando no de nubes, que viene a ser lo mismo”. Gloria Serpa De Francisco.
“Ahí está su poema al Llano, tan hondamente colmado de jugos telúricos, de drama humano, de fuerza vital, y realizado a la vez dentro de esplendentes metáforas, dentro de una depurada concepción del lenguaje. Desde José Eustasio Rivera es Eduardo Carranza quien nos da la más hermosa y pura visión de la gran llanura colombiana”. Jorge Gaitán Durán.
“En Se canta a los llanos de la patria en metáfora de muchacha, el poeta se dirige a su tierra como a una señorita vestida de cocuyos. Este romance heroico, en endecasílabos, contiene un hermoso paralelo tierra-amada” Jorge Padilla.
Junto con Llano llanero, considero la más conocida, otra obra con tintes folclóricos y con ritmo de joropo es La Historia de Ladislao compuesta de un breve prólogo que da contexto a la narración, luego una seguidilla de versos con exageraciones propias del ser llanero.
En el breve epílogo enuncia rasgos culturales del llanero, que resulta ser una excelente lectura sociológica. Por lo anterior, en su totalidad trascribo dicha composición:
“Yo nací en los mesmos llanos
y me llamo Ladislao:
yo soy un turpial puel pico
y un tigre por lo pintao;
con una lanza en la mano
y un garrote encabuyao
yo soy más bravo que un toro
y más ágil que un venao.
Yo me resbalo en lo seco
y me paro en lo mojao;
a mi me gustan las cosas
a que estoy acostumbrao,
el plomo por lo liviano
y el corcho por lo pesao;
y aquel que no lo creyere
que se plante bien plantao
y que se salga pen medio
con el sombrero de lao,
para probarle que soy
un hombre requetempao…
Aquí está el llanero en cuerpo y alma, con su contorno de naturaleza palpitante; aquí su majeza, su parla salada e hiperbólica, su jactancioso ademán, su garbo solar, su legendario coraje, su numen rústico e ingenioso, su cortejo poético y avasallador al mujerío.
Agreguemos: alegría, melancolía, elegancia y señorío congénitos, ancha hospitalidad, extremada y rumbosa cortesía y, otra vez, libertad y altivez. Sobriedad y silencio. Así era el llanero. Palabra de honor.”
Acerca del proyecto bibliográfico del Corpes Orinoquia bajo el provisional título de El Llano de Eduardo Carranza, al final no se pudo cristalizar debido a asuntos de derechos de autor. Así lo comunicó María Mercedes Carranza C., poeta también como su papá.
Complemento de esta crónica es mirar en YouTube el audiovisual La casa de la hacienda de Apiay, realizado por Alex Guzmán A. en 2005. El enlace es https://www.youtube.com/watch?v=oqxULOLqBro
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Excelente escrito
Gracias por compartir
Con el scritores cómo Oscar Pabón se aprende a querer cada vez más a nuestro hermoso llano
Excelente publicación mi apreciado
Excelente artículo, generoso, compartiendo el vídeo, nunca lo había visto. Porque no lograr la reparación como patrimonio y sitio turístico para villavo?
Excelente articulo! Como todos los que escribes ! Muy justo recordar y reconocer la obra del maestro Carranza.
Excelente remembranza del poeta de Apiay realizada por una gran autoridad de la cultura llanera mi amigo Oscar Alfonso Pabón Monroy.